Si no me quieres escuchar, caminate

sábado, 24 de mayo de 2008

Entender que el corazón es una parte anatómica del cuerpo, que está compuesta por tejido muscular cardiaco, que funciona a partir de impulsos electricos que se transmiten por la fibra muscular y vasculariza e irriga el organismo...no me cuesta demasiado.
Entender porqué aveces siento que se endurece o se ablanda, que se rompe, o se rearma, me cuesta demasiado.
Supongo -y digo supongo porque no lo sé con certeza- que en cierto punto de la vida debe ser así, para aprender, para conocer cosas, para cagarte la psiquis...nosé.
Nunca se sabe con certeza lo que se siente en el instante porque siempre(?) se termina sintiendo cualquier cosa, menos la parecida a la que piensas antes de.

Ya no existe el sujeto de varios nombres, ya no existe la mariposa soñadora que revoloteaba, ya no existe ese viento entre los cabellos de quien me hizo sonreir durante días que me parecieron diez siglos.
No hay tardes negras, aunque aún existen los no me lo puedo explicar, pero sin duda prevalece el stop, olvídate.
Mientras tanto, puedo decir que no me arrepiento, porque de todas las experiencias, se puede sacar algo positivo , y lo que menos siento es rencor. Lo que más siento no se dice, no se sabe, no se interpreta.


Así es la diferencia, así es cuando no hay congruencia, cuando la cabeza pesa tanto de pensar.
Así es cuando escucho la misma canción durante 3 horas, cuando digo lo que tengo que decir, cuando no sé y sé a la vez, nadie sabe lo que quiere escuchar, yo sé lo que quiero calmar, sin embargo no puedes escuchar.
















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